2022 en review.
- adridolara
- 28 dic 2022
- 3 Min. de lectura
Esta entrada seguro me tome días en escribir, no es un tema fácil de abordar dadas la magnitud del año. No es un resumen de lo que hice en el año, no es un recopilatorio de logros ni fallos, estas son reglas que me impongo para no descarriar del tema.
Una vez me dijo un amigo que para traer cambios a nuestras vidas hace falta un suceso extraordinario para ello. Al principio no le creía hasta que lo empecé a ver en mis patrones de conducta.
Hace ya un año y medio que tome la decisión de seguir a Cristo ahora de manera seria y como lo dirían los apóstoles en la Biblia (esta entrada no va de mi camino en la fe, otra regla que me impongo). Evidentemente hubo un suceso dramático que me hizo cambiar de parecer en este ámbito, en este caso el campamento de mi iglesia. Desde entonces he logrado seguir viviendo la vida (por la guerra mental que tenia dentro, estaba muy en juego eso), cada aspecto de ella como antes lo hacía. No hubo cambio alguno que pudiera notar de manera física o incluso emocional o mental, pero a pesar de ello puedo decir que desde entonces, desde ese día en el campamento, he cambiado.
Ahora, como dije, el cambio no fue tanto físico ni emocional ni mental, sino en mi voluntad. No sabría poner en palabras la sutileza que tiene mi expresión ahora mismo. Voluntad.
voluntad
Del lat. voluntas, -ātis.
1. f. Facultad de decidir y ordenar la propia conducta.
Al empezar 2022 dije que era el año de cambios, de transformaciones, de metamorfosis, y me molestaba que no era la única con este sentir (como habré dicho en redes, soy un alma con un deseo inquietante de ser única): aquí puedo meter ejemplos como La Rosi (Rosalía) con su álbum MOTOMAMI (gran inspiración mía), a lo mejor The Weeknd con Dawn FM (un álbum que trata de la transición de la vida a la post-mortem), Arctic Monkeys con The Car (no es un álbum de temática metamórfica pero es un cambio en el genero musical y en ambientación), Gorillaz con sus singles (como bien se conoce siempre son experimentales en su música), entre otros. Este año aparte de tener música con esta línea de pensamiento he descubierto otras nuevas obsesiones y desarrollado un gusto más amplio en cosas (música, moda, series y anime (JoJo's only hqshdwhdw), películas, etc.), al punto en el que creo que Spotify no logra hacer las listas bien jdfjafja.
Eso aparte, he logrado también cumplir con un deseo mío: de nunca dejar de aprender. He leído libros (2 completos y unos cuantos a la espera :) ) con los que he aprendido mucho más de lo que hubiera esperado, he visto muchas cosas en TikTok (soy la de mi fuente es tikotk) que despertaron esa curiosidad (y también algo aprendí de esos mismos tiktkso) y a través de lo vivido pude ver más cosas de las que veía antes, especialmente porque me lo propuse. Me propuse usar la poca fuerza de voluntad que suelo tener para entender un poco mejor mi vida, en sentido de ver cómo reaccionan las cosas según las decisiones que tomo (que no suele ser siempre el caso dado que soy cabezota para colmo). Me he encontrado en varias (VARIAS) situaciones incomodas y agobiantes y molestas y angustiosas y cansinas, pero a pesar de eso he recogido piezas de un puzle que iba armando de poco a poco.
Y como dije, no he cambiado nada, al menos no como persona con emociones y cuerpo y pensamientos, lo que cambió fue mi voluntad. Yo misma he decidido ir adelante, y yo misma decidía si actuar de una manera u otra según como veía mejor. Claro que esto a veces se tambaleaba porque suelo meterme en donde no debería, pero el caso es que igual decidía yo salir de ello. He de decir que mi camino en la fe sí tuvo también que ver en ello, porque aparte de tener amigos en la fe que me alentaban, también fue mi espíritu pidiendo más y buscando guía del Espíritu Santo (y este último llevándome a bien).
Hubieron, dentro del año, eventos que cambiaron mi composición química cerebral, de los que no puedo mencionar ya que me expondrían, pero sí cada uno me dio una lección importante. Un despertar del deseo de ser extraordinaria (antes me conformaba con ser okay), un discernimiento para la autoprotección, el analisis de patrones, frenos en lo sentimental (no siempre fiables) y sobre todos estos, el deseo de vivir cada minuto bien.
En resumen, este año ha sido un caso, un caos, un asco, un saco, una cosa... pero lo importante es que se cumplió eso, el ser un año de metamorfosis.
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