A mí me va bien como hija de Dios

Me va de perlas ser hija de Dios. Lo que muchos no entienden cuando digo que soy cristiana es que yo no me convertí porque habían pruebas irrefutables que Dios existe (que las hay) sino que me convertí por lo que Él defendía. Me da mucho respeto el hecho que el mismo Dios se haya presentado en forma de Jesús (el Verbo hecho carne) en la tierra y encima se diera a SÍ MISMO como sacrificio para aquellos que quieran creer en Él. Y no solamente creer en Él te daría paz en un principio sino una vida eterna, como "premio". Yo no lo entendía del todo, hasta que en lo más bajo de mi vida, después de un error COMPLETAMENTE EVITABLE por mi parte, Él se acercó de igual manera, SABIENDO el error en cuestión (y lo embarazosa y ridícula que me hacía ver). Y vi esa disposición, y decidí creer, porque disposición como esa no veía en nadie.

Hoy en día lo que tiene de malo la sociedad en sí es la falta de disposición, iniciativa y compromiso. Jesús me mostró esas mismas tres cosas tan importantes para el diario vivir. Disposición para hacer el bien, porque hacerlo de gratis es difícil, para ello necesitas estar dispuesto, sin esperar nada a cambio. La iniciativa era algo que nacía de mí naturalmente; tengo, al parecer, unos genes de liderazgo e iniciativa muy activos. Lo que costaba en mi parte era encontrar iniciativa, cosa que sólo encontré en la Iglesia local con ciertas personas. La iniciativa motiva a seguir emprendiendo, es necesaria para incluso levantarse de la cama e ir al baño. Compromiso es también necesario para que aquello a lo que hemos dispuesto hacer y hemos tenido la iniciativa se lleve a cabo evidentemente. No puedo iniciar un proyecto si luego no lo desarrollo y lo termino.

Pues esas mismas tres cosas que he mencionado las encontré en el mismo Jesús. Dispuesto a darlo todo (su vida), iniciativa porque ÉL me buscó y comprometido porque lo llevó todo a cabo en la cruz y hoy en día sigue fiel conmigo aún cuando le fallo. Me parece increíble lo que aprendo de Él cada día.

Estas semanas me sostuve con solamente una pizca de fe, fe en que los hijos de Dios son los hijos de Dios (válgame la redundancia). Es decir, un Padre creador de todo que lo controla todo, ¿qué no hará por sus hijos amados? Y eso mismo me repetía: "¿Qué no hará por sus hijos amados?".

¿Y qué no hara? Llevaba semanas trabajando y justo ahora me dijeron de descansar porque, ¡todos mis alumnos van bien! Luego he podido ver que finalmente puedo permitirme una compra muy esperada desde hace mucho. He visto que mi estado de ánimo ha cambiado de cansancio y ganas de morir literalmente a por fin otra vez soy victoriosa en Dios. Es irónico ver que Dios a veces nos hace pasar por etapas duras pero luego ver que valió la pena confiar en Él.

No es que Dios crea que con mandarte al desierto te hará más listo, hay gente también necia en ese aspecto. Lo que digo es que Dios es Dios en las buenas y en las malas. Y que en las malas hice lo posible por no desfallecer en mi fe, y ahora puedo contarlo que sí, me fue bien con Dios, me va bien con Dios y me seguirá yendo bien con Dios.