Today I was finally answered

La pregunta que llevaba mucho tiempo diciéndome, preguntándole a Dios y al resto: Por qué la vida es un regalo?

No entendía la expresión. No entendía de donde se la sacaban, mayoritariamente porque no suelo fijarme en lo bueno en la vida (falla mía) y porque veo más caos que armonía.

Hoy, para poneros en contexto, tuve una cena con una asociación universitaria. En dicha cena asistió mi gran amigo Bruno (nickname mío pra no usar el suyo ya que lo usa en su insta). Bruno es un chico especial para mí y para muchos. No he hablado de amigos en especifico en este blog; y esta entrada no se la dedico a él per se, sólo necesito hacerle la mención. Hoy en la cena vi a mi amigo Bruno, y tuve una espléndida velada con él y con el resto de invitados evidentemente.

Ahora, por qué hago especial mención de Bruno? En realidad, no sólo hablaría de Bruno (su favorito de los jojos) en esta entrada, justo hoy coincidió la cosa. Podría hablar también de (nicknames míos) Jonathan (jojo referencia), Aitana (su cantante favorita), Vanya (serie compartida), Kaladin (su libro favorito), Kochi (su serie favorita de pequeño (Kochikame)), entre otros... Pero hoy fue un despertar.

Yo suelo decir a personas que me gusta mucho estar con mis amigos porque veo reflejos de Dios en ellos, con una cualidad especial en cada uno. Bruno en general me inspira confianza, es una persona muy abierta y muy divertida y es muy difícil aburrirse a su lado. También me gusta mucho cuando tenemos ratos de compartir nuestras locuras, son momentos que no podría compartir con alguien que no fuera él.

Jonathan, otro amigo mencionado, es otro chico que inspira también confianza y también a la vez saca una sonrisa (al menos a mí que soy de risa fácil). Me parece una de las personas más risueñas que conocí, y eso que estoy yo jajaja. Aitana es muy extrovertida, y también una buena amiga que ofrece su apoyo en lo que necesites. Vanya es muy paciente y aconseja de la mejor manera posible. Kaladin tiene mucha sabiduría y es un gran apoyo en momentos difíciles.

Todas esas personas y más (que no me caben todos jsjajsj) han estado ahí para mí, y yo también estuve y estaré para ellos.

Las amistades que hacemos son sólo una parte del viaje, una parte tan maravillosa, un tesoro que no tiene valor como cualquiera.

El tiempo ha sido siempre mi mayor enemigo. Esta noche estuve comiendo chino vegetariano con esta asociación. Hace un año estuve comiendo chino (no vegetariano) con esta misma asociación (la cena es anual como veis). En el viaje de bus de vuelta a casa estuve reflexionando sobre ello. Sobre cómo usé este año mi tiempo, sobre cómo este año lo sentí como un tremendo flop, sobre mis amigos, sobre todo casi. Odio el tiempo, odio que pase tan rápido, pero mi odio no cambiará nada. Cada vez se hace más presente la promesa de que los días se irán acortando. Pero lo que más se me quedó esta noche es que no hay momento final más que el día que venga Cristo Jesús. Hasta entonces, esto es sólo una pasantía. Mi tía una vez lo dijo, que somos seres eternos, que lo que tenemos aquí no es oara siempre.

Pero eso no es motivo de tristeza. Esta noche acabé diciéndole a Bruno

No estemos tristes porque pasó, estemos felices porque pasó.

Lo cual redundante, pero cierto. Al irme pronto de la fiesta me entristeci porque se acababa, pero me alegré mucho haber ido en primer lugar. Encontré la razón de estar feliz, y es de estar agradecida por haber tenido la oportunidad de pasar una noche en grande.

Y son oportunidades como esta que te regala Dios que no puedes negar y decir que sí, existe una gracia, y esa gracia me ha dado los mejores amigos y los mejores días.

Así que nada.